Según dicen, las decisiones que tomamos cada día tienen una gran importancia para nuestra vida. Forman nuestro pasado, presente y futuro; en definitiva, lo que hemos sido, lo que somos y lo que seremos algún día. Pues sería demasiado idílico atribuir esto al azar o a una moneda lanzada al aire por los dioses como puedan creer algunos. Yo, prefiero creer que soy la causante de todos mis errores y de todos mis aciertos, de todos mis malentendidos y de todos mis momentos. La autora de esta historia. Pues sería demasiado inmaduro decir que no puedo aprender de ella.
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